En el deporte, en general, y en el fútbol en particular, cada vez es más frecuente ver emerger a jugadores muy jóvenes. La mayoría, menores de edad, que apenas tienen una gran historia detrás o un recorrido vital significativo. Indagando un poquito en la trayectoria de Fermín y teniendo en cuenta que es un jugador muy joven, estaba claro que su historia tenia un patrón similar a la mayoría de talentos emergentes del fútbol actual, pero más allá de sus virtudes como futbolista, una de las cosas que más me interesaba destacar, era la potencia visual del contexto en el que creció como persona. Fermín, es un jugador formado en una zona de tradición minera, cuna del fútbol español y con una familia vinculada al trabajo en las minas.

Lo primero que me llamo la atención fue el personaje de su abuelo. Un antiguo minero, que a punto estuvo, de ser futbolista profesional jugando en el Riotinto Balómpie frente a los primeros ingleses que trajeron el futbol a la península y fundaron el Recreativo de Huelva, el decano del fútbol español. Su historia no pudo ser, porque en esa época las condiciones de vida eran muy difíciles y había que alimentar a toda la familia. En cierto modo, me parecía que el mundo de la mina era muy importante para arrancar, y que hacerlo con la tercera generación, era como cerrar un círculo invisible que se había iniciado algunas décadas atrás.

El rodaje en la mina fue posible gracias a la persistencia de nuestro jefe de localizaciones y ayudante de producción local, Óscar Navarro, quien estuvo batallando hasta el último minuto para para poder entrar en la mina y rodar con el abuelo y la madre de Fermín. Gracias a la Fundación Riotinto, también pudimos rodar la secuencia final del  documental en el interior de uno de los trenes originales destinados a conectar las antiguas poblaciones mineras, hoy en día, ya desaparecidas.

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Otro aspecto que también nos pareció relevante, es el hecho de que el padre de Fermín todavía ejerza de cartero en RioTinto, y de que su madre, este trabajando como controladora de calidad en la fábrica de naranjas más importante de la zona. Algo poco habitual en el entorno de muchos jugadores que se han consolidado en la élite. Mostrar un retrato cercano de su mundo familiar, en cierto modo, ayuda a entender mejor, como se forjó el carácter y la capacidad de resiliencia de un chico criado a mas de 1.000 km de distancia, y cuyas etapas en el futbol formativo, no fueron fáciles.

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